En honor a Antonio Vega

Me gusta Antonio Vega por varios motivos y son bastantes sencillos.

El primero, porque es el mejor músico Pop de la música española EMHO, sólo hay que ver la evolución musical que ha tenido, y para aquel que dude, que se escuche el tema de Lucha de gigantes en el Concierto básico . Lo has oído, pues por favor si conoces un crescendo mejor dímelo. Ese diálogo entre la guitarra y el piano es único, eso es música, no tocar bien un instrumento, si no saber conjuntar y enriquecer una canción con todos los instrumentos, ya sabes aquello, de que la suma de todos es mayor que la suma individual de cada uno de sus componentes. Aún ando buscando yo, en música española, alguien que sepa hacer letras tan profundas como las suyas, no digo ingeniosas como las de Sabina, o pegadizas como A. Sanz, incluso don Enrique Urquijo, no le llega, y eso, ya es mucho decir.

No hay mejor canción de amor que las compuestas por él, oye Seda y Hierro, la oíste?, pues dime si alguna para ir corriendo a comprarme el disco y disfrutarla. Si hubo un motivo para que existiera Marga, tal vez, fue el inspirarle a Antonio esta canción, y desde ese momento tener una deuda siempre pendiente con ella.

Es realmente curioso, y es otro motivo, que alguien tan introvertido describiera su mundo real, como si fuera el de todos, o no te identificas con el Sitio de mi recreo, por ejemplo, esta búscatela tú, si has leído el guardián entre el centeno, hay un momento en el que Holden Caufield, es así?, dice que había escritores que por muy buenos que fueran nunca te irías de copas con él, pero que con otros... Pues Antonio, cada vez que te escucho, siento como si estuvieras a mi lado y nos estuviéramos tomando un botellín juntos.

Esa voz con la que canta, ronca, quemada, quebrada y poca, joder, pero es que a sus letras y a su música no puede haber otra, supongo, que es una cuestión de autenticidad, aunque creo que el nunca dijo que fuera auténtico, tal vez como lo era... Y por último, por que con Él, Una décima de segundo son los 2 minutos 21 segundos más bellos del mundo en ese instante en el que la física es un placer.

Antonio, descansa en paz, que aún te lloramos